No pudimos con nuestra ansiedad. El Día de la Niñez se adelantó para nosotros, para el comedor Sol de María y para los más de 200 pibes y pibas que acuden todas las semanas.
El sábado empezó temprano, con el sol apenas asomando. Metimos en los autos todos los regalos que nos acercaron nuestros colaboradores (y que fuimos acondicionando en las últimas semanas) y salimos para José C. Paz.
Antes del mediodía, los chicos y las chicas del barrio fueron cayendo en la kermés que les teníamos preparada en plena calle. Desde un “mini-bowling” hasta un Twister, pasando por un stand de pesca con imanes, juegos con pelotitas y aros, las familias tuvieron una mañana para recordar.
Y, por supuesto, el momento emotivo del día: la entrega de los paquetes. Ninguno de los pibes y pibas se volvió a su casa con las manos vacías.
Nada de esto habría sido posible sin el aporte de nuestros colaboradores, que desde hace dos meses nos llenan los teléfonos, las casillas de mail y los DM de nuestras redes sociales para ofrecer juguetes, juegos, golosinas y mucho más. Su esfuerzo, junto a nuestro trabajo armando cada paquete, tuvo sus frutos en las sonrisas de ellos y ellas. Ese fue el regalo que nos llevamos nosotros.
