Viviana es la principal responsable del comedor Pequeños Gigantes, que cada día alberga a unos 250 chicos y chicas de Tigre. Les brinda alimento, amor y contención, pero no se conforma y apunta más alto.
Cuando la conocimos, Vivi no dudó en compartirnos su máximo desafío: lograr que su merendero se convierta, además, en un centro de apoyo escolar para sus pibes y pibas.
Desde entonces, no paramos de laburar en conjunto. Nosotros conseguíamos el material y la gente del barrio ponía la mano de obra. Madera tras madera, chapa tras chapa, de a poco, el sueño se fue materializando.
En estos días sorprendimos a Vivi con las últimas chapas que faltaban para completar nuestra tarea. A falta de mínimos detalles para terminar de acondicionar el lugar, en Pequeños Gigantes ya pueden imaginar su aula de apoyo escolar. Y a nosotros, por supuesto, nos explota el pecho de orgullo.
