Si tuvieras que pedir un solo deseo para 2024, ¿qué sería?
No es necesario ser vidente para vislumbrarlo. La gran mayoría de las mesas familiares que se armará este 31-12 probablemente coincidiría: un poco de alivio. Que “la cosa” mejore. Que dejemos de sobrevivir para empezar a vivir.
Lo sabemos porque todos queremos lo mismo desde hace bastantes “años nuevos”, algunos con más fe, otros más escépticos. Y a las 12:00 miramos al cielo y hacemos fuerza por un milagro que nos regale un 2024 más llevadero.
Y el milagro llegará. Estamos convencidos de que llegará. Pero no en forma de magia ni de evento bíblico inexplicable. El milagro no viene de afuera, sino desde nosotros mismos.
Cuando compartimos, cuando ayudamos, cuando donamos comida, ropa, tiempo o simplemente una sonrisa, cuando abrimos el corazón, somos ese milagro. Porque está en nuestro interior más profundo encender ese motor que hace una diferencia en la realidad tan brutal que nos toca.
Esa es nuestra filosofía. La salida está adentro nuestro y todos juntos, de cara a lo que venga. Seamos el milagro. ¡FELIZ 2024 PARA TODOS/AS!