Ciclos y espirales

¿Por qué será que en estas fechas nos sentimos tentados en hacer un balance anual, como si nuestro brindis no estuviera completo sin él? No nos gusta caer en el lugar común, pero lo sentimos necesario para mirar nuestros números, seguir creciendo y, sobre todo, para dar cierra a un ciclo y darle la bienvenida al próximo.

Todo esto logramos en 2022:

  • Llevamos adelante un total de 19 acciones solidarias, que cambiaron la realidad de cientos de personas que lo necesitaban.
  • Volvimos a emprender aventuras en el interior del país: Formosa, Misiones y Salta recibieron tus donaciones.
  • Pusimos en práctica nuestra filosofía de “mirar un poco más allá”. En este sentido, nos animamos a planificar proyectos a mediano y largo plazo.
  • Entendimos que con trabajo arduo y organizado no sólo mejoramos la calidad de vida de las personas, sino que alteramos sus realidades para siempre. Nuestras acciones pediátricas dan fe de ello.
  • Innovamos con nuevas formas de abordar la solidaridad, como la jornada de intercambio “Ayudando a gestionar”.
  • Hicimos enormes incorporaciones en el equipo de trabajo, desde encargados de logística hasta profesionales de la salud que ya forman parte de nuestro corazón.
  • Gritamos tan fuerte nuestra locura solidaria que nos escucharon influencers, personalidades de los medios, radios locales y diarios de tirada nacional.
  • Ampliamos la red de colaboradores y el número de seguidores en redes sociales sigue en aumento, con lo cual esperamos seguir expandiendo nuestros valores de empatía, compromiso y solidaridad.

El balance es cada vez más positivo, pero nos negamos a cerrar el ciclo. Porque los ciclos terminan donde empiezan. En el EAS nos sentimos en una “espiral”, en la que cada diciembre nos vemos más maduros que en el último enero, con más aprendizajes en nuestras espaldas y objetivos más ambiciosos de cara al futuro. Eso sí: con el entusiasmo de siempre.

¡FELIZ 2023 PARA TODOS!