Entramos por la puerta principal de la Escuela Especial 504 y la inmensidad nos absorbió. Las decoraciones, la organización, la prolijidad, la higiene. Más aún: la calidez nos abrazó en cada una de las aulas. Nos tomó por sorpresa.
Tal vez nos venció algún prejuicio de aquellos contra los que siempre estamos forcejeando. Nuestra imaginación, desde la primera vez que entramos en contacto con las autoridades del establecimiento, nos pudo haber llevado por caminos estigmatizantes: en barrio El Libertador (Tres de Febrero, Buenos Aires), lo más probable hubiera sido toparse con un edificio deteriorado, con poca capacidad de mantenimiento y con necesidades que desbordan las manos de los trabajadores de la educación.
El diálogo con las docentes y directivas nos puso en contacto con la realidad. A pesar de las apariencias, hay problemas estructurales importantes: el techo de una de las aulas necesita refacción con urgencia. Falta pintura en muchas paredes. Las puertas de vidrio deberían cambiarse por acrílico. Y, por supuesto, el dinero nunca es suficiente.
“Las familias son de muy bajos recursos”, explica Cecilia, quien, tras 20 años trabajando en el colegio, conoce el barrio El Libertador de memoria. “La mayoría de las familias no puede pagar el aumento de la cooperadora. Lo terminamos pagando las docentes”.
En definitiva, con muy poco lograron un montón. Las trabajadoras dejan el alma para sostener en pie al establecimiento, poniendo de sus propios bolsillos, gestionando donaciones o buscando mano de obra para cubrir las tareas más urgentes. No son las únicas: los alumnos también ponen el corazón, ya sea haciéndose cargo del buffet o contribuyendo con las decoraciones para alcanzar ese ambiente que nos encandiló desde que pusimos un pie en el edificio.
Nuestro aporte
El Equipo de Amigos Solidarios y sus colaboradores cumplieron con su pequeña cuota en este inmenso esfuerzo de la gente de la Escuela Especial 504. Entre las donaciones que recolectamos, llevamos a El Libertador herramientas de carpintería y elementos de jardinería para los talleres que ofrece la institución.
El establecimiento tiene como objetivo lograr, a través de sus cursos, la integración de los chicos con dificultades de aprendizaje que asisten cada día. Esperamos de corazón que este humilde aporte pueda alivianar de alguna manera el enorme sacrificio de quienes, a pesar de tantas carencias, mantienen a la escuela deslumbrante.