En todas nuestras acciones solidarias hay una estructura, una planificación y la fuerza de voluntad de muchísimas personas. Pero esta vez fue diferente. Esta acción solidaria simbolizó para el EAS ese desafío de mirar más allá, de saber leer entre líneas una necesidad y poder armar la respuesta a una pregunta que nosotros mismos nos creamos.

No necesitamos demasiadas indicaciones para llegar al merendero Dios Al Rescate (DAR). Barrio Nicole ya es un sitio recorrido por nosotros desde el pasado mes de junio, cuando Julio y Lorena nos abrieron las puertas del comedor y nos permitieron conocer, indagar a fondo y maquinar en profundidad sobre este pueblo con tantas carencias.
Desde aquel frío invierno de 2021 que empezamos a construir una idea. No tardamos en comprenderlo: la salud de los chicos encabezaba la lista de las innumerables urgencias en Nicole. Este sábado, nueve meses después de aquella primera visita, lo hicimos realidad.
Esta vez, cuando estacionamos el auto en los alrededores de DAR, nos acompañaron Karina y Andrea, dos pediatras de vocación. Detrás de ellas, se bajó del vehículo Walter, un odontólogo que decidió invertir este sábado en una causa noble. También dijeron presente María Sol, psicopedagoga, y Sergio, farmacéutico. Junto con todos ellos, equipamiento médico a la altura del desafío, desde camillas y balanzas hasta insumos y elementos sanitarios básicos.

Por una tarde, Dios Al Rescate no fue un comedor, sino un consultorio médico. Mejor dicho: una "mini-clínica", con varios servicios. Julio y Lorena se encargaron de acondicionar todo antes de nuestra llegada. En esta oportunidad, los chicos y chicas no fueron a comer ni aprender a la "escuela de valores" de DAR, sino a atenderse. Alrededor de 50 pacientes pasaron por esta improvisada salita.

Cada una de las familias que recibió atención médica también se llevó un folleto con datos necesarios para los cuidados sanitarios más elementales. Así, medio centenar de madres y padres de Barrio Nicole dispondrán de información para mejorar la calidad de vida de sus hijos e hijas. Ese es el “plus” del que siempre hablamos y que tanto nos enorgullece.










