El Bachillerato La Esperanza es una institución ubicada en el partido bonaerense de San Martín que se define a sí misma como “una opción por la educación popular” con una “urgencia por la transformación profunda de las estructuras injustas de la opresión”. Desde esta retórica revolucionaria, plantea como su objetivo primordial romper con las formas establecidas del aprendizaje.
Por supuesto, al tratarse de este tipo de organización, el “Bachi” se enfrenta a muchísimos obstáculos. Uno de ellos es poder disponer de un edificio en óptimas condiciones para que los alumnos puedan desarrollarse en un entorno adecuado. Obtener materiales y mano de obra no es fácil. Y allí es donde aparecemos nosotros, en conjunto con el Colegio La Salle.
El La Salle, también localizado en San Martín, tiene características educativas más tradicionales, si bien se orienta el aprendizaje hacia el compromiso social. Los alumnos de esta institución suelen hacer prácticas en función de alguna ayuda a la comunidad, las cuales también les permiten capacitarse y sumar experiencia.
El EAS suele ser el nexo entre el que necesita ayuda y el que puede colaborar. En esta oportunidad, fuimos el puente entre estos dos mundos que se complementan a la perfección, aunque tal vez nunca se hubieran dado cuenta. De un lado, un proyecto educativo con necesidad de infraestructura; de la vereda opuesta, un colegio que está dispuesto a ofrecer el recurso humano, junto con un alumnado listo para ayudar y aprender al mismo tiempo.
Después de mucha planificación, empezaron las obras para la construcción de dos baños. La gente del “Bachi” comenzó con las tareas de albañilería, mientras que los chicos del La Salle se encargarán de las cañerías. Así que circulen con cuidado, que estamos en obra: ellos están edificando el futuro, así como nosotros seguimos construyendo puentes.