Desde hace mucho tiempo que en Villa Fiorito (Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires) hay carencias que se vienen acentuando ante la indiferencia de la clase política. En las últimas décadas, las urgencias económicas no sólo se han multiplicado, sino que, además, han evolucionado hacia catástrofes sociales que no paran de crecer.
De esta manera, junto con la falta de recursos, han proliferado la violencia y las adicciones en todas las formas que se te puedan ocurrir, en todas las edades, en todos los sectores socioculturales. ¿Pero cómo luchar ante semejante monstruo en constante evolución? Gladys entendió la respuesta hace 40 años, cuando las injusticias presentes en su propio barrio le tocaron el corazón y la incitaron a movilizarse por un mundo mejor. Así nació Alud.
La idea vio la luz en forma de comparsa para los más chicos y sus familias. Muy pronto, Gladys se convirtió no sólo en la organizadora, sino también en el oído y en el abrazo contenedor que cada una de esas personas necesitaba. Todas esas historias desgarradoras le dieron a Alud la forma de institución que perdura hasta hoy.
Ella se fue capacitando, en búsqueda de distintas formas de dar una mano a los más vulnerables. Entendió que necesitaba brindarles a sus “pacientes” tanto una salida terapéutica como un futuro, una esperanza, una estrella que los guíe. Así, empezó a abrir talleres para que toda persona, chica o adulta, pueda tener un futuro lejos de tanto dolor.
En la actualidad, Gladys continúa ayudando a sus 78 años. Uno de sus desafíos consiste en darle continuidad a Alud para cuando su físico ya no esté a la altura de semejante corazón. Y nosotros estamos dispuestos a formar parte de ese proyecto con nuestra acción solidaria de enero. ¿Te sumás?