Tati

Hacerse cargo de tres nenes es una tarea que pondría a prueba el carácter de cualquiera. Y sin embargo, Tati se desenvuelve con naturalidad. Es la autoridad y ellos lo saben.

No conocemos dónde viven ni si reciben ayuda. Sí sabemos que en Los Hornos, como en cualquier barrio emergente, la vida cotidiana se hace difícil. Las carencias son demasiadas y más cuando hay una familia detrás de uno.

Tati no reniega de la responsabilidad que le tocó. Organiza a los tres pequeños, que tendrán aproximadamente entre tres y ocho años. Que hagan la fila, que no se vayan lejos, que esperen su turno y, así, tendrán su almuerzo. Y si se portan bien, también su regalo del Día de las Infancias.

La más chiquita se sienta en un neumático a disfrutar su leche, sin ser perdida de vista, al tiempo que los otros dos reciben su ración y dicen bien claro “gracias”, ante la atenta vigilancia de la tutora.

Tati cumple el rol de cualquier mamá. Pero la responsabilidad que carga sobre sus hombros es demasiada para una niña de nueve años, quien no siente que pueda darse el lujo de sentarse a jugar y disfrutar como lo hacen sus tres hermanitos.

Antes de volver a casa, ella también recibió su paquete sorpresa, con la misma ilusión y expresividad que cualquier persona de su edad. Deseamos de corazón que, cuando rompa el envoltorio, Tati encuentre la niñez que merece.