Julio está cargado de simbolismo para nosotros. En el Mes del Amigo buscamos algo especial, oportuno para la fecha. Incluso en épocas de pandemia, necesitábamos unirnos y brindar por los momentos vividos y por todos los que vendrán.
Por esta razón es que nos propusimos hacer algo distinto. ¿Qué mejor forma de festejar este mes que organizar una merienda con amigos nuevos? Las chicas de Unidas por el Borda, que hace varios años ayudan en el psiquiátrico, nos dieron una mano con esta acción.
Al igual que nosotros, ellas también comenzaron como un grupo de compañeras con mucha voluntad que pretendían hacer su aporte para mejorar el mundo. De esta manera, sin ayuda de nadie, crecieron como equipo en su objetivo de brindarles a los internos una mejor calidad de vida y un futuro fuera del establecimiento.
Las integrantes de Unidas por el Borda comenzaron ofreciendo una merienda cada domingo por medio. Luego, lograron desarrollar un taller de serigrafía para entregarles una opción laboral tanto a los que fueron dados de alta como para quienes aún siguen dentro del edificio en pleno tratamiento.
Nos habría gustado entrar en el establecimiento, charlar con los internos, conocer nuevas personas, establecer vínculos. Ya nos conocés: esas historias de vida son la que nos gusta contarte. Por cuestiones de seguridad sanitaria, no fue posible entrar a brindar con ellos, pero nos queda la satisfacción de haberles regalado una tarde memorable.
Afortunadamente, contamos con la ayuda de Antonella y Matías, dos trabajadores de la salud del Borda de gran corazón, quienes nos abrieron las puertas de la guardia y nos dieron una gran mano para ingresar al edificio las donaciones que trasladamos.
Les llevamos todo lo que hemos recolectado en estas últimas semanas: yerba, azúcar y galletitas para que puedan disfrutar entre ellos. Además, buscamos darles una ayuda a través de los elementos de higiene personal que logramos juntar gracias a nuestros colaboradores.
Les queremos agradecer a las chicas de Unidas por el Borda, así como también a Matías y Antonella, no sólo por habernos acompañado en esta acción, sino por su tarea cotidiana con los internos del psiquiátrico. Estamos convencidos de que cosas maravillosas podemos lograr cuando trabajamos juntos. Ese es el espíritu del “Mes del Amigo” que queremos rescatar. Ese es el espíritu del Equipo de Amigos Solidarios.
