Llegó ese momento del mes que tanto nos gusta contar. Al mediodía de este viernes 4 de junio empezamos a cargar la camioneta para afrontar una nueva aventura solidaria, pusimos el motor en marcha y encaramos hacia José C. Paz (provincia de Buenos Aires) con una sonrisa.
Llegamos por la tarde a la Comunidad de Vida Pequeña Betania, donde nos recibieron con los brazos abiertos. Tuvimos la fortuna de conocer sus instalaciones, a su gente, a sus voluntarios y a algunos de los niños y niñas que asisten cada día.
Se trata de una institución educativa que nuclea a 30 chicos y chicas de entre 5 y 15 años de edad, trabajando sobre problemáticas de aprendizaje, educación, alfabetización inicial y de emergencia, siempre con una mirada alternativa y humanista.
La Comunidad de Vida Pequeña Betania se enfoca especialmente en el “método Montessori”. ¿En qué consiste? Básicamente, en personalizar el entorno educativo a cada individuo para que éste pueda desarrollar su potencial en un ambiente estructurado. Además, también aplica la propuesta DALE, que implica un aprendizaje a través de desafíos personalizados, bajo la contención del docente.
De esta manera, en la institución esperan establecer un vínculo con su alumnado, así como con sus familias y todo el barrio, a través de la promoción de la independencia y autonomía de los chicos y chicas.
Este proyecto educativo está liderado por Laura y cuenta con otros nueve voluntarios, entre estudiantes y docentes. La Comunidad de Vida hoy se desempeña en la Capilla Nuestra Señora de Luján, que cuenta con un patio y un salón para desarrollar todas las actividades.
Entre las donaciones aportadas por nuestros colaboradores, la institución educativa recibió artículos de librería, juegos didácticos, instrumentos musicales, material de cocina y elementos de higiene y aseo.